Hoy nos vamos al Oeste del Campo de Cartagena, lugar de paso obligado para los que se dirigían antiguamente hacia la costa de este lado. Nos paramos en lo alto de un promontorio desde el que hay una espectacular vista de buena parte del Campo de Cartagena. No es otro lugar que la Ermita de Tallante, rodeado de unas cuantas viviendas, las Casas de Tallante. Un lugar tranquilo, y perfecto para relajarte un rato observando cómo ha pasado el tiempo en este pequeño y encantador pueblo.
De Tallante coge el nombre esa planta enigmática y tan especial, el "garbancillo de Tallante", planta que sólo crece en esta zona y que había estado desaparecida durante décadas y que recientemente aparecieron nuevos ejemplares, evidentemente protegidos.
(C) JARM
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