21 julio 2016

Nuestros interiores modernistas



Es habitual pensar que el modernismo no pasa de las fachadas de nuestros edificios. Es más, incluso se da por hecho en diversos foros, redes sociales, e incluso alguna publicación, que el modernismo de Cartagena y de esta zona de levante no pasa de la fachada. Supongo que este desatino es producido por sacar conclusiones en la visita de unos pocos edificios. Si uno se adentra más en la arquitectura de la época podemos encontrar muchos tipos de edificios: los que reformaban sólo la fachada, los que reformaban fachada e interior, y los que se hacían completos. Estos últimos son los menos y, además, modernistas no hay tantos. Pero de los segundos sí que hay muchos, donde incluso el interior es más modernista que el exterior, algo muy habitual en la época.

Hoy traigo el caso de uno de esos edificios que el exterior tiene un modernismo moderado y que en el interior el modernismo rebosa en muchos de los detalles. Uno de los detalles que suelen pasar desapercibidos son los elementos muebles de decoración y, lo menos valorado, las lámparas. Muchas de ellas, por estar pensadas para gas, desaparecieron directamente con la llegada de la electricidad. Sin embargo todavía hay muchas lámparas que, o se diseñaron ya para luz eléctrica, o que sus dueños supieron cómo adaptarlas a la luz para no perder estas pequeñas joyas.

Es un lujo poder hacer una foto donde todo el entorno es modernista, desde el mobiliario, la lámpara y las fantásticas pinturas que crean un conjunto que cada vez es menos habitual, debido a las agresivas reformas catalogadas como "modernas", aunque de modernas tengan poco.

Aunque se comente y se diga lo contrario, aún quedan muchos interiores en Cartagena que tienen una conservación fantástica y, por desgracia, muchísimos de ellos no tienen protección, por lo que en el momento que se vendan a propietarios menos "sensibles" se perderá otro pedazo de nuestro patrimonio.

(C) JARM

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