Cuando los edificios no están protegidos, pocos son capaces de apreciar los valores patrimoniales que tienen. Parece que si no es BIC, no tiene valor, y ese es uno de los principales males de nuestro patrimonio. No es este caso, en el que, por suerte la vivienda está bien conservada y mantiene tanto las molduras del techo, aunque repintadas, y los magníficos suelos de mosaico Nolla.
Podéis fijaros bien en un detalle que se aprecia muy bien en la fotografía. Se trata de la micro-textura original de la cerámica Nolla. Esa micro-textura hace que la luz que entra por la ventana no altere el dibujo del pavimento. Si estuviera pulido, se perdería el dibujo por los reflejos. De ahí la importancia de NO PULIR estos suelos.
Gracias a Alex por permitirme disfrutar de este magnífico rincón de nuestro patrimonio cartagenero.
(C) JARM
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