Uno de los conjuntos cerámicos más importantes del levante español lo tenemos en esta magnífica finca de recreo que proyectó Víctor Beltrí para la familia Llagostera en lo que era entonces el campo, ahora entre el Barrio de Los Dolores y la Residencial Santa Ana. Se trata del Huerto de Las Bolas.
Una de las partes más desconocidas son los jardines, donde pasear por los sinuosos senderos nos va mostrando distintos elementos de mobiliario recubiertos de azulejos con la técnica del trencadís. Nos encontramos con fuentes, bancos, poyetes, cenadores y miradores. Todo ello preparado para ir encontrándotelo entre el magnífico jardín botánico.
Yo le denomino "nuestro Parque Güell", salvando la escala y distancias, por las grandes similitudes con aquel, sobre todo por el despliegue de elementos urbanos recubiertos de trencadís, con diseños exclusivos en cada una de las piezas. Pero lo que más nos acerca al Parque Güell es la azulejería, pues uno de los fabricantes que suministró los azulejos al Parque Güell, también lo hizo para el Huerto de Las Bolas. Se trata de "Hijo de Pujol i Bausis" de Esplugues de Llobregat, fábrica conocida como "La Rajoleta" y que suministró azulejos a los más importantes edificios modernistas de Barcelona.
Paseando por los bancos podemos reconocer algunos modelos de "La Rajoleta", así como en los paneles de la fachada del edificio, lo que nos da idea de la calidad que quiso imprimir Beltrí al magnífico conjunto así como la disposición de la propiedad en satisfacer estas premisas.
(C) JARM
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