Surgieron así numerosas edificaciones eclécticas y modernistas rodeadas de amplias fincas ajardinadas que tuvieron su máximo esplendor en las primeras décadas del siglo XX.
Vestigios de aquellos tiempos podemos hoy contemplar muchas de ellas, en mejor o peor estado de conservación.
Veamos algunos ejemplos.
Veamos algunos ejemplos.
Castillito de Los Dolores
El Barrio de Los Dolores, mi barrio natal, era uno de los barrios preferidos de la burguesía para el veraneo, pues su situación en alto y al norte de la ciudad lo convertían en la zona más fresca del municipio.
El Castillito estaba situado dentro de una amplia finca que disponía de las casas de veraneo, piscina, casas para el servicio, cuadras, zonas de huerta e incluso unos amplios depósitos de agua. Realizado muy probablemente por el arquitecto Tomás Rico a finales del siglo XIX, por encargo del rico comerciante D. Pedro Conesa Calderón como casa de muñecas de su nieta Antonia Calín Conesa, hija de Isidoro Calín y Antonia Conesa. Antonia Calín la utilizó como vivienda cuando se casó con D. José de la Figuera y de la Cerda, Marqués de Fuente Sol. Desde entonces también se le conoce como Castillito del Marqués de Fuente Sol.
El Castillito pasó a propiedad municipal en los años 80, y se construyeron en la finca multitud de viviendas y edificios que arrinconaron este precioso monumento, declarado BIC. Durante años fue fruto de vandalismo, ocupaciones, incendios que lo dejaron prácticamente en la ruina. Recientemente sufrió una gran restauración que lo ha recuperado para la ciudad.
Huerto de Las Bolas o Torre Llagostera
La edificación inicial es probablemente de Carlos Mancha y Víctor Beltrí la reformaría hacia 1918 donde le daría el aspecto modernista actual. El jardín que lo rodea es un verdadero encanto salpicado de bancos, fuentes y elementos decorados con trencadis, al estilo que tan de moda puso Gaudí en Barcelona.
Esta edificación se ha mantenido en mejor estado a lo largo de los años porque nunca a dejado de estar vigilada, a pesar de haber estado deshabitada durante décadas.
Hace pocos años sufrió una restauración y adecuación a cargo del arquitecto José Manuel Chacón, para convertirlo en el restaurante Casa Beltrí, en honor al arquitecto autor de la última reforma del edificio.
Fundición Frigard
Fue proyectado por Víctor Beltrí en el año 1918. El edificio de la izquierda estaba destinado a oficinas y las naves para la industria de fundición.
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